Nave Alfa, April 1, 2010
¡Saludos desde la Nave Alfa!
Nuestro compromiso de salvaguardarles a todos ustedes y protegerlos de cualquier amenaza que pudiera acecharles es un compromiso voluntariamente elegido por nosotros y que continuará así indefinidamente, hasta que ustedes alcancen el punto en que ya se puedan valer por sí mismos y no tengan, por tanto, que necesitar de nuestra ayuda. Hasta ese entonces nos tendrán muy cerca de ustedes, más de lo que podrían imaginar, y no duden de que cumpliremos nuestra misión cabalmente y sin dilación.
El ser que llega a amar como nosotros lo hacemos, no duda ni un solo momento en ofrecerse por completo a otros seres que no han alcanzado aún ese nivel de amor, que implica un estado de conciencia mucho más amplio, menos centrado en uno mismo (egotismo) y enfocado en la alegría que uno siente al cubrir las necesidades de los demás (altruísmo). Para aquél que ama no representa un esfuerzo o una obligación sacrificarse uno mismo (tiempo, familia, actividades personales) para ayudar a los demás seres a que sean más felices. Nos importa el bienestar de todos los seres del Universo, porque sabemos que nosotros y todos ellos somos Uno y lo mismo. Vemos a cada alma como una lucecita que brilla en compañía de otras al unísono en un baile cósmico de alabanza al Padre y Madre Creadores. Y si sabes que los demás son parte de ti mismo, ¿cómo podríamos ser nosotros felices mientras vemos que otras seres vivos, humanos y no humanos, están sufriendo?
El que está en el nivel de conciencia del que se da altruistamente, con el corazón abierto y sin ningún temor a ser rechazado, burlado o señalado, es el más grande de todos los seres. Porque verdaderamente la cualidad más característica de un ser perfecto es el Amor. Si tuviéramos que definir a Dios, lo más próximo a la realidad que podríamos entender es que Dios es Amor, y aquél que únicamente piensa en dar, sin pedir nada a cambio, sin esperar ser elogiado ni recompensado, realmente se convierte en esencia, en Dios mismo.
En el plano tridimensional en que ustedes viven, aquél hombre o mujer que abandona su envoltura física, que ‘muere’, habiendo entendido que todos somos lo mismo, hijos del Altísimo por igual, y que Su Luz nos ilumina y da calor a todos igualmente, obtiene al pasar ‘al otro lado’ una dicha inefable, una felicidad interior que ustedes no pueden comparar con nada que puedan lograr o alcanzar en su mundo tridimensional. Es entonces que ese ser vivirá en un estado de paz y amor que ustedes llaman Paraíso en algunas culturas o Nirvana en otras, pero que hacen referencia al mismo estado interior. No es un lugar donde habiten almas que se han portado bien durante su estancia en la Tierra, sino que es un estado de conciencia interior que manifiestan de adentro hacia fuera. De hecho, pueden sentir ese estado de beatitud o bienaventuranza en cualquier plano o dimensión de existencia.
De manera que, si ustedes aspiran a alcanzar ese estado incomparable e inalcanzable por las almas mezquinas y ruines, deberán esforzarse por vivir en todo momento la expansión del amor más puro desde sus corazones hacia todos los seres. Incluso aquél que no esté acostumbrado a amar a los demás, podrá aprenderlo si se lo propone, todo se basa en desearlo y enfocar su mente y toda su atención en desarrollar ese amor en su corazón.
Si usted no está acostumbrado a amar a los demás, porque nunca se ha preocupado de intentarlo, pruebe con empezar a sentir amor hacia todo aquello que le resulte más fácil, como mirar a los niños cuando se cruce con ellos, contemplar las flores en el campo, subir a una montaña y ver un atardecer sentado en su cima, o todo aquello que le inspire a usted más ternura y amor. Como hay una Ley Cósmica que consiste en que uno atrae hacia sí todo aquello que es igual en vibración, al frecuentar acciones o actividades que despierten y desarrollen el amor en ustedes, lograrán que ese amor se expanda cada vez más y los transformará a ustedes en personas mejores, más amorosas y sensibles, y encima atraerán hacia sus vidas todo lo bello, todo lo bonito, todo lo hermoso que la vida puede ofrecerles.
Nuestro deseo es que la mayor parte de ustedes alcancen un elevado nivel de amor, y que ayuden a ascender de esta manera al grueso de la población terrestre. Porque sepan que todo está conectado. Es lo que nosotros aspiramos a conseguir, porque ya la humanidad de este planeta está preparada para ello. De lo contrario, nosotros no estaríamos aquí, pues el Universo no destina tanto esfuerzo ni Dios solicita tanta colaboración, si el resultado no fuese más que uno: la elevación de consciencia de la Humanidad del Planeta Tierra.
Cuentan con todo nuestro apoyo y el impulso que ya les estamos dando para que lo logren. ¡Cultiven el amor en sus corazones! ¡No hay nada más grande y más sublime que eso!
Sus Hermanos de la Nave Alfa en órbita terrestre.
Fuente: Comandante Sohin
Canal: Kris-Won
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